SINOPSIS. 1943. La Segunda Guerra Mundial llega a un año clave en el
frente africano y occidental. Los Aliados precisan un impulso en sus ofensivas,
lo que les lleva requerir de todo su potencial en material y personas. Es en
este último punto que, para mantener la fuerza de sus ofensivas, reclutan a
hombres de sectores tradicionalmente vetados a sus Fuerzas Armadas. Por ello,
ya desde 1942, en el campo de aviación de Tuskegee comienza su entrenamiento un
grupo de hombres de color, los primeros pilotos de color de las Fuerzas Aéreas
Americanas (USAAF), entre los que destaca el soldado Lee (Lawrence Fishburne). Es, en suma, la vida de unos hombres
que se incorporan al Ejército para luchar contra sus enemigos pero también para
combatir los prejuicios convencionales, precisamente en el bando que luchaba,
en teoría, por la libertad y la igualdad; pero no todos resisten la presión.
LO MEJOR DE LA
PELÍCULA. “Escuadrón 332” es una película cuyo contenido basta para
colmar sobradamente los requisitos de la
suficiencia en los aspectos esenciales de una película decente. Sin embargo, de
ahí a que podamos hablar de una gran película media un buen trecho. Pero lo que
si es debido es reconocer las virtudes de esta producción, punto en el que
destaca el esfuerzo realizado en cuanto a medios técnicos, escenografía y
ambientación que, aun considerando sus errores, logra pasar dignamente para el
espectador medio para convertirse en algo más que una película de domingo por
la tarde. Si se entra en otro tipo de disquisiciones o en un análisis más
riguroso quizá no dé la talla, pero pese a eso habría que persistir en aquel
reconocimiento.
LO PEOR DE LA PELÍCULA. Es debido indicar que el hecho de que la mano de la productora
HBO esté detrás de esta película no lo consigue todo. La factura general se
empapa del cariz propio de las películas en las que aquella interviene, pero la
tara más considerable está en la trama. La perspectiva del reconocimiento a los
soldados de color en el ejército americano, y los pilotos en particular, es un
justo tributo y, a la par, un afirmación de las dificultades internas con las
que por su condición se les afligía. El problema surge cuando ese tributo que
se les rinde empieza a degenerar , y sin mucha creatividad, en una suerte de
endiosamiento de estos hombres, especialmente el teniente Lee, lo cual hace que
la verosimilitud de la película empiece a difuminarse. Los dilemas internos de
tono elevado, el tono de superioridad del que se impregnan y su prácticamente
nula infalibilidad potencian esa deificación que distancia a los personajes de
la realidad que reflejan. Tanto es así que el tema principal, la causa de su
lucha por la igualdad en el seno del ejército, pasa a un segundo plano a favor
del tan repetitivo heroísmo patrio empapado de prototipismos y arquetipos.
COMPARACIÓN. Hay que decir que los hombres de Tuskegee no
tenían hasta la salida a escena de “Escuadrón 332” ninguna película
íntegramente dedicada a ellos como homenaje en el cine, punto en el que esta
película supone una novedad cinematográfica. Es cierto que aparecen ocasionalmente
en otras películas como en “La guerra de Hart”, en la que se muestran los
mismos dilemas desde la perspectiva de los campos de prisioneros. Hay destacar
aquí que, presumiblemente a comienzos de 2012, saldrá al mercado la moderna
versión de la aquí comentada, con el título “Red Tails”, en alusión al signo
distintivo de esta fuerza aérea. A la luz del trailer, las impresiones a nivel
técnico parecen buenas, si bien con el mismo aspecto patriotero. Veremos qué
nos depara.
HISTORIA. Obviamente, “Escuadrón 332” es una recreación de las
vivencias de este grupo de pilotos que, además de con el enemigo, tuvieron que
luchar contra las constantes trabas que sus compañeros les ponían.
En términos históricos resulta evidente que los miramientos
hacia los soldados de color, y no sólo negros, han sido una constante en el ejército
americano, tan amigo de enarbolar la bandera de la tolerancia. De hecho, el
proyecto de su ingreso, tal y como refleja la cinta, venía constituyendo un
experimento: el experimento Tuskegee, dirigido por el Coronel Benjamin O. Davis
Jr. En marzo de 1942 se integró la primera tropa de pilotos negros, el 99º
Escuadrón de combate, destinado al frente africano. El número iba aumentando
con el tiempo y a finales de ese año varios escuadrones fueron fusionados en el
Grupo de Combate 332. Sin embargo, ya sumidos en plena contienda, la
desconfianza generada por su condición les relegó a funciones secundarias
atacando bases de abastecimiento o nudos ferroviarios mediante ataques en
superficie. Pasaría un tiempo hasta que pudiesen verse las caras con pilotos de
la Luftwaffe
alemana. Una vez lograron acceder a los combates con pilotos alemanes se les
destinó a funciones de escolta de los bombarderos B-17, ganándose la fama por
el hecho de que ningún bombardero escoltado por ellos hubiese sido derribado. Los
alemanes los denominaron “Pájaros negros de cola roja”.
Sin embargo, los resultados arrojados por sus estadísticas
(como su pseudo-imbatibilidad o su destreza en el combate) precisan ser
pasados por el tamiz de la realidad de las circunstancias. Aun siendo cierto,
hay que tener presente que le grueso de los aviones del 332 fue destinado a los
frentes menos relevantes en términos tácticos y allí donde la Luftwaffe carecía apenas
de efectivos. Así, por ejemplo, fueron destinados a Italia, donde el mariscal
Pietro Badoglio buscaba la rendición de los italianos ante los Aliados, los
alemanes se hallaban en pleno repliegue (aun a pesar de las reticencias de
Kesselring) y las fuerzas aéreas del Eje no tenían apenas efectivos. Nunca llegaron
a combatir en los puntos de combate más duros ni se enfrentaron a los ases de la Luftwaffe como Erich
Hartmann o Gerhard Barkhorn.
En esta cinta se rinde un homenaje al mítico P-51 Mustang
que destacó en los años finales de la guerra y del que, como no podía ser
menos, también dispusieron los “Pájaros negros de cola roja”. Sin embargo, es
un tributo más acogido al convencionalismo que a la realidad dado que el
Mustang, siendo uno de los mejores aviones de la contienda, carece del aspecto
mítico de haber combatido desde el inicio de la contienda y en batallas
decisivas como habían hecho otros contemporáneos suyos como el Supermarine
Spitfire, el Hawker Hurricane, el Thunderbolt P-47 o el Messerschmitt Me-109.
APARTADO TÉCNICO. Sin duda alguna, el valuarte técnico de “Escuadrón
332” viene
constituido por la aparición en escena del Mustang P-51, punto en el que esta
película supone una buena oportunidad para su contemplación. A este lo
acompañan los biplanos de entrenamiento así como un avión de entrenamiento AT-6
y unos cuantos bombarderos B-17. Por lo demás, algo que provoca cierta desazón
es la notoria ausencia de elementos técnicos del bando alemán, lo cual daría un
empuje considerable a la trama en cuanto a verosimilitud y apego a la realidad.
Resulta destacable, si bien es disculpable dado el contenido de la película, la
ausencia de elementos de combate de tierra, muy limitados y con
circunstanciales apariciones. Son sobresalientes las escenas en las que puede
verse desde la cabina del piloto la fila roja de balas trazadoras.
ERRORES. Es sorprendente que, tratándose de una producción
de la HBO , en
este punto existan errores e incongruencias a raudales. Nadie está libre de
pecado, pero el hecho es que sorprende.
El primero y más evidente es el uso, y abuso, en lo que toca
a la presencia del Mustang P-51, cuya ubicación en el frente africano y, lo que
es peor, en los años 1942-1943 es absolutamente errónea. Su uso generalizado no
se produciría hasta el año 1944 (últimos días de 1943, a lo sumo) en labores
de escolta de la diezmada 8ª Fuerza Aérea. En este sentido, en lo que toca al
film, sería mucho más acertada la presencia del Thunderbolt P-47, sin que la
película perdiese espectacularidad por ello.
Otro error fácilmente perceptible reside en las imágenes de
los cazas americanos pilotados por los pilotos negros atacando los puntos neurálgicos
del Eje en el norte de África. Sin dificultad alguna pueden verse los paisajes de
árboles y vegetación que nos indican que probablemente se trata no del norte de
África, sino de los ataques sobre Normandía.
Pueden notarse serias incongruencias, como el hecho de que
en las explicaciones teóricas en ningún momento los novatos pilotos plantean
alguna suerte de duda, toda vez que lo más habitual en esas sesiones, de no ser
explicado, eran las cuestiones sobre cómo afrontar a los aviones enemigos según
el modelo.
Mayor atención requieren los siguientes errores. Así, a su
llegada al campo de Tuskegee, vemos como uno de los pilotos negros inicia la
lectura de “Stick and Ridder”, libro de Wolfgang Langewiesche que constituye
uno de los manuales de referencia históricos en cuando a monoplanos y aviones
de ala fija. El problema es que este libro fue escrito y publicado en 1944, dos
años más tarde del tiempo en que se ubica en la trama.
En lo que toca a los aeroplanos, se incurre insistentemente
en el error de poner en combate al Mustang con bombas en las alas; no supone un
error tanto el hecho de que las portasen sino desde el momento en que combaten
con los cazas alemanes portándolas, lo que supone una pérdida de sus mayores
ventajas comparativas: la velocidad y capacidad de maniobra. Además, por
momentos aparecen con dichas bombas en ciertas escenas para, en la siguiente
toma, aparecer sin rastro de ellas.
Además, a lo largo de la película destruyen en cuatro
ocasiones al mismo Messerschmitt Me-109, el cual, además, no lleva el número de
identificación de su escuadrilla. También, en un arreglo de una escena histórica
e inverosímil, se puede ver cómo el teniente Lee acomete con su Mustang a un
crucero alemán disparando con las ametralladoras del aquel, escena tras la cual
el barco estalla.
PARA QUIEN. Como se ha mencionado más arriba, para los fans
del Mustang P-51, aunque sea fuera de sus circunstancias históricas reales, es
una película que brinda muy buenas imágenes de este señero aeroplano. Por lo
demás, en lo estrictamente histórico, resulta aceptable para conocer algo la
historia de los hombres de Tuskegee pero, teniendo presente y quedando
supeditada, a lo que ofrezca el análisis de “Red Tails” que, de buenas a
primeras, promete (aunque en el mismo trailer se advierten errores).
VALORACIÓN. No cabe duda de que se trata de una película de
impronta novedosa en cuanto a la temática, pero prototípica y hagiográfica en
el desarrollo, circunstancia que provoca que la trama vaya perdiendo fuelle y
que el interés se centre más en la espera de combates aéreos que en la propia
lucha y reivindicación de los pilotos negros. Sin embargo, la película tiene
buenas escenas en las que, insisto, la mano de HBO es perceptible, razón por la
que “Escuadrón 332”
no desmerece un visionado.
Mmmm, no la había oido nunca y supongo que tendrá alguna similitud con La Guerra de Hart. Todo será ponerse en tus manos y echarle un vistazo en cuanto se ponga a tiro.
ResponderEliminarUn saludazo.
Buenas C S.
ResponderEliminarGracias por pasarte. Digamos que "La Guerra de Hart", que espero incluir en el blog muy pronto, representa "el después" del combate (ya prisioneros los pilotos) y esta representa "el antes y el durante". Utilizan como engarce parte de una temática común, sólo eso. Por lo demás, pondría a "La guerra de Hart", mejor nota sólo por la cuestión de las intrigas.
Un saludo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarComo no encontramos otra manera de comunicarnos contigo, dejamos este comentario en tu blog. Para agradecerte tu comentario sobre el genocidio de Hiroshima y Nagasaki en nuestro sitio paraquefuturoeduamos.com . En verdad intentamos ser pluralistas en nuestros enfoques no siendo tendenciosos sino autónomos. NO siempre lo logramos por eso agradecemos tus aportes y seguimos invitándote a compartir tu enfoque o a publicar un artículo sobre la segunda guerra mundial para alumnos de educación media con tu enfoque.
ResponderEliminarSaludos
Administradores del sitio paraquefuturoeducamos.com
Buenas LosHermanosCarlos.
ResponderEliminarGracias por pasarte por este blog de nuevo. Reitero que no voy a elaborar ningún artículo para otro blog que no sea este dado que no me considero quien para participar de la educación de nadie. Aquí rige el principio del "piensa por tí mismo", que no crea que sea de recibo en tu blog, más afín a la linea oficial, cosa que respeto pero no comparto.
Un saludo.
Buenas Wittman
ResponderEliminarMuy de acuerdo con tu reseña. La película es correcta en lineas generales y técnicamente buena (excepto el mencionado patinazo de los P-51 en 1943). Pero le falta ese "plus" de calidad que siempre suelen ofrecer los productos de la HBO. Y sobre todo, sobra correción política, ya que al tema de la discriminación racial habría que haberle añadido otras subtramas que aderezaran el argumento. Y también se echa en falta algo más de espectacularidad en la parte bélica.
Lo dicho, una película de aprobado.
Buenas Kleist y gracias por dejar tu comentario.
ResponderEliminarYa lo adelantabas en tu comentario al respecto de esta película. Creo que, por mucho que se exprima el análisis de esta película, dará como resultado un análisis más o menos igual porque, al margen de la corrección técnica general y algunas buenas imágenes, carece de ese acelerón que precisa toda película de este calibre así como las subtramas que permitan esquivar ese plano desarrollo.
Un saludo.
Hola Wittman, me temo que conocía esta película, así que poco puedo aportar a tu interesante reseña. El caramelo de la HBO me anima a hacerme con ella, de modo que espero poder comentarte con fundamento próximamente.
ResponderEliminarUn saludo.
Buenas Piru.
ResponderEliminarCreo que estamos ante una de esas películas en las que el sello HBO se deja adivinar pero no se muestra en toda su magnitud. Desde luego no constituye en esta película un incentivo para verla. Gracias por pasarte.
Un saludo.
Como no he visto ningún artículo nuevo, te dejo mi mas efusiva felicitación para esta nochebuena y posterior navidad. Que lo pases de miedo con la familia y demás.
ResponderEliminarUn saludazo.
Buenas C S.
ResponderEliminarEl blog está en un paréntesis por cuestiones personales que serán pronto solventadas. Igualmente te deseo una feliz Navidad.
Un saludo.