¡BIENVENIDOS!

BIENVENIDOS. Gracias por la visita y por los eventuales comentarios, que serán contestados con la mayor prontitud posible. Las películas se irán añadiendo a la clasificación progresivamente. También se añadirán al listado alfabético.

lunes, 15 de noviembre de 2010

ALMAS EN LA HOGUERA (TWELVE O'CLOCK HIGH)

SINOPSIS. La 918ª Escuadrilla americana de bombarderos de la 8º Fuerza Aérea estadounidense, recién llegada para atacar Alemania y atacar al tercer Reich, sufre graves problemas: pérdida de unidades, el traslado de su adorado Coronel Davenport y, lo peor de todo, la moral de sus hombres está bajo mínimos. Tal es el estado del grupo que son considerados como la “Escuadrilla de la mala suerte”. El general Frank Savage llega al mando para poner solución a estas contrariedades de forma drástica, esto es, poniendo al límite a sus hombres, lo cual no es del agrado de todos.



LO MEJOR DE LA PELÍCULA. Sin lugar a dudas el punto más sobresaliente de la película es el papel de Gregory Peck como general Savage. Su papel de hombre al mando “duro” y enérgico en el cumplimiento de sus objetivos resulta más que creíble, dado que el guión mantiene su papel de inquebrantable en todo momento, en lo bueno y en lo malo. Ese magnífico papel halla un complemento ideal en el hastío mostrado por los personajes del resto de reparto. No obstante, Savage se muestra amistoso y tolerante con ciertos personajes como su antecesor Davenport (Gary Merrill) o con el mayo Stovall (Dean Jagger). Buena prueba del carácter de Savage puede ser el memorable discurso mediante el que se presenta ante el coronel Gately, al que ordena, tras denigrarle como un cobarde “enchufado”, un cometido acorde con su condición: “Quiero que pinte un nombre en el morro de su avión: “Colonia de leprosos”. Porque en él llevará a todos los indeseables del grupo, a todo aquel que tenga propensión a resfriarse; si hay algún bombardero que no acierte en el plato con su tenedor o algún navegante que no sepa encontrar el servicio de caballeros se lo llevará porque están a su altura”.


LO PEOR DE LA PELÍCULA. Aunque se trata de algo propio de la época de realización del film (1949), no deja de ser evidente la carestía de medios de rodaje, sobre todo en las secuencias de combate aéreo. La inclusión de imágenes de la época rodadas por los pilotos de la RAF y la Luftwaffe no constituyen una mala solución, pero una película es una película y las imágenes que pueden dignificar la solvencia técnica de “Almas en la hoguera” no son de película y no pueden reputarse en cuanto tal, si bien son de agradecer y son mejores que cualquier “apaño” o estropicio. Tampoco tiene demasiada lógica, desde la perspectiva de lo que aporta al film, el darle una visión restrospectiva a través del mayor Stovall pues nada significa en cuanto a lo que la película muestra.


COMPARACIÓN. Es un hecho que el tema de los dilemas, problemas personales y conflictos técnicos y de mando representados en un personaje está muy desgastado, pero es una fórmula de éxito. El amplio catálogo de películas que se ha producido desde siempre es prueba de ambos aspectos, aunque no siempre con el mismo triunfo: “El ataque duró siete días”, “Patton”, “Cartas desde Iwo Jima” o series como “Hermanos de sangre”. En otro orden de cosas, en lo atinente al cine bélico acerca de la contienda en el aire, si se me permite la expresión, en términos comparativos la terna de filmes es cuantitativamente más reducida pero cualitativamente diversa. Lo cierto es que acerca del bombardeo angloamericano sobre Alemania no abundan las películas pero si ampliamos el rango de búsqueda a otros frentes y otras batallas el resultado cambia; así podemos encontrarnos películas buenas como “La batalla de Inglaterra”, joyas del cine como “Tora! Tora! Tora!” u otras más corrientes como “Un mundo azul oscuro”. Sin embargo la ventaja comparativa de “Almas en la hoguera” en un campo y en otro reside en el hecho de ser, sino la primera, una de las primeras en tratarlos y, desde luego, la originaria en la combinación de ambos.



HISTORIA. Lo que en “Almas en la hoguera” vemos no es más que una parte de una serie de bombardeos que constituyeron la llamada en clave “Operación Gomorra” que integraban la RAF y la 8ª Fuerza Aérea Americana (la representada en el film) dirigida por el general Arthur Harris.

Arthur Harris decidió iniciar una ofensiva de bombardeos indiscriminados sobre Alemania, no sólo sobre objetivos estratégicos alemanes de corte militar o industrial, sino sobre las ciudades con el objetivo de doblegar, al tiempo que los recursos militares del Reich, la moral del pueblo alemán. Con ese propósito, el 25 de julio de 1943 inició los bombardeos con ataques británicos nocturnos y ataques americanos diurnos. En esa ofensiva se causaron masacres como la de Hamburgo, ciudad en la que en una sola noche perecieron cerca de 40000 personas y gran parte de la ciudad fue destruida. Lo que no se explicaban los alemanes era cómo sus ciudades eran devastadas por un fuego tan voraz y que avanzaba sin parar: la explicación era que los bombarderos aliados no utilizaban sólo bombas explosivas sino también bombas incendiarias, cuando en realidad, el fósforo líquido que componía esas bombas era un arma ilegal. La promesa de Harris de que “el terror de los bombardeos ganaría la Guerra” jamás se cumplió ya que lo que hicieron fue incrementar los sentimientos de odio a los aliados y la legitimidad y lealtad para con la causa alemana. Más aun, tras los terribles bombardeos de 1944 en los que ciudades como Dresde fueron completamente arrasadas con la cantidad de 100000 muertos en una noche.



Pero no sólo causaban temor entre los alemanes los bombardeos. El piloto de bombardero Noble Frankland afirmaba: “Había unos 16 aviones en cada escuadrón, y cada noche perdíamos del orden de cuatro aparatos; si tu rango de operaciones era de unas treinta salidas verías perecer a unas cuarenta tripulaciones”. El hecho de perder tantos compañeros de vuelo sin hacer la mella esperada en los alemanes, desgastó todavía más a los pilotos aliados, hecho que motivó la postergación de los bombardeos.

No obstante, la nota curiosa reside en el hecho de que el Tribunal militar internacional de Nuremberg, en un clamoroso supuesto de denegación de justicia, no recogió ninguna de las acusaciones contra los beligerantes. Quizás la “ejemplar” impartición de justicia de aquel “modélico” tribunal tropezó con algún tipo de sentimiento de culpabilidad de quienes se proclamaron como liberadores.


ELEMENTO TÉCNICO. Lo más reseñable es la muestra de unos todavía primitivos Boeing B-17, tanto en reproducciones como en imágenes de época. Estas “Fortalezas” (“Fortress”), como se les conocía, resultaron en sus inicios muy endelebles frente a las defensas alemanas. Respecto de éstas cabe resaltar la presencia, en las imágenes históricas, de varios Messerschmitt Me-109. Se hecha en falta la presencia de algún avión británico (Lancaster, Handley Page, etc), o elementos de la RAF en general, para dar una visión más global a lo que fueron los bombardeos. Sin embargo, es notorio en términos de la aeronáutica más exquisita el análisis que el general Savage hace, cuando recrimina a un piloto el hecho de que haya salido de la formación, de los puntos de fuerza de las escuadrillas de bombarderos.


ERRORES. Dada la limitación, en lo técnico, y lo acotado, en la trama de la historia, no permiten en términos generales encontrar algún error de calado en alguno de los sentidos. No obstante, siendo estrictos, en las escenas de bombardeos se aprecian errores a la hora de divisar las fuerzas alemanas pues en toda la película el modelo mostrado (salvo en puntuales imágenes que no cabe apreciar) es el Messerschmitt Me-109 y en más de una ocasión los alemanes son identificados como el modelo Focke (Focke Wulf 190). Pero, al margen de este error y desconociendo si existe en la versión original, las imágenes de época constituyen un catálogo de imágenes difícilmente reunible, y hasta tal punto debió ser así en aquel momento que muchas de ellas se repiten a lo largo del film.


LA FRASE. “La 918ª ha conseguido hoy bombardear el objetivo, cosa que ninguna otra ha hecho. Si la providencia pone en mis manos otra oportunidad así para darle el orgullo a esa escuadrilla que debería sentir de sí misma, puede que la radio vuelva a averiarse, señor.” General Savage, cuando es amenazado de sanción por desoír las órdenes dadas por radio de abortar un bombardeo.

La pléyade de frases del personaje de Peck es lo suficientemente amplia como para que cualquiera de ellas sea digna de mención, así como muchos de los diálogos que hay a lo largo del film. Sin embargo, el hecho de no tratarse de una película mediática en exceso y sin alardes creativos hace que no tenga alguna que haya merecido pasar a la historia. Me permito destacar un diálogo entre el general Savage y el mayor Stovall a la llegada de aquel al puesto de mando.
-          “¿Ha bebido Ud., mayor?
-          Sí, señor. Esla primera vez en 20 años que estoy borracho pero quizá no sea la última.
-          ¿Dónde está el oficial ejecutivo?
-          No lo sé señor. Es sólo una opinión pero creo que es posible que también esté borracho, señor.”


PARA QUIEN. No puede engañarse a nadie. Como documental acerca de la Operación Gomorra su interés se ciñe a las imágenes históricas, imágenes que, por otra parte y aunque por aquel entonces eran novedosas, hoy se pueden encontrar en cualquier documental al uso. Sí debe ser un plato de buen gusto para todos aquellos cuyo paladar cinematográfico disfrute de los buenos clásicos. Los modelos de los B-17 son muy simplistas y primitivos pero no por ello deja de resultar recomendable para quienes hallen en este avión un motivo para ver la película.


VALORACIÓN. En general estamos ante una película de buena factura con un trabajo de producción notable, como muestra la buena documentación para la época en que se rodó, y con un más que correcto Gregory Peck. Sin embargo su papel tan genial como preponderante, y la fuerza de su personaje, contribuyen a eclipsar los nada despreciables papeles de otros personajes que, “prima facie”, deberían tener un mayor protagonismo cosa que, a la postre, daría un mayor dinamismo a la película pues dejaría de girar sólo alrededor de la figura de Savage. Es decir, hay un protagonismo por exceso, no obstante lo cual el resultado es excelso y podemos hablar de un clásico que sólo el paso del tiempo ha contribuido a desgastar aunque, a buen seguro, dejó el listón alto en su día.

9 comentarios:

  1. Es una película mítica del género, sin llegar a ser de las más conocidas, yo todavía no me he puesto con ella a pesar de que la tengo en la recámara. Por cierto que me parece un buen acierto el que estás eligiendo de ir diversificando los frentes, y de momento no repetirlos, bravo!

    ResponderEliminar
  2. Saludos Piru.

    Respecto a la película podemos definirla como un clásico venido a menos. Cómo digo, el paso del tiempo y la salida al mercado cinematográfico de otros clásicos de mayor peso ha desgastado esta obra maestra, cosa que no obstante no desdice para nada el resultado global.

    En lo que se refiere al blog, agradezco tus elogios, pero bueno, ya llegará el momento de repetirse. Es un mal necesario.

    Saludos y gracias por el elogio.

    ResponderEliminar
  3. Buenas

    Devolviendo la visita. Durante un tiempo he estado alejado del blog por motivos laborales, pero ya lo he retomado.

    Mis felicitaciones por el blog y la idea. Ahora mismo paso a poner los enlaces de tu página en el mío. Y también incluiré un enlace a esta crítica en el comentario que dedico a "Almas en la hoguera"

    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. Buenas Reisman.

    Agradezco el detalle. Espero que de cuando en cuando dejes caer tu opinión por aquí, lo cual sería de agradecer.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  6. Buenas. Entro a devolver la visita de cortesía.
    Peck es uno de esos actores que levantan una producción, como parece ser el caso.
    Muy acertada la idea de subdividir la crítica en secciones. Me apunto el blog para futuras visitas.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  7. Buenas malatesta.

    Gracias por tu visita. No es nada desencaminado lo que afirmas acerca de Peck. En realidad, y no siendo yo un experto en custiones de reparto, la impronta del mismo en este film es muy notoria y tiene un papel principal muy magnético en relación con el espectador, en el sentido de que fácilmente consigue atraer la atención.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. "podemos hablar de un clásico que sólo el paso del tiempo ha contribuido a desgastar aunque, a buen seguro, dejó el listón alto en su día."

    Algo ha dejado, sí... 2 Oscars (mejor actor secundario -Dean Jagger-) y al mejor sonido (W.D. Flick y Roger Heman Sr.).Premio de la crítica de New York para Peck. La película ha sido ampliamente utilizada tanto en círculos civiles como militares para enseñar los principios de liderazgo. Se requiere visionado en todas las academias militares de Estados Unidos, en los programas ROTC, Escuela de Oficiales de los Guarda Costas, en las Escuelas de Oficiales y de Jefes de Escuadrón de la Fuerza Aérea de los EE UU. Y desde 1998 en el National Film Registry de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.

    "Lo que en “Almas en la hoguera” vemos no es más que una parte de una serie de bombardeos que constituyeron la llamada en clave “Operación Gomorra” que integraban la RAF y la 8ª Fuerza Aérea Americana (la representada en el film) dirigida por el general Arthur Harris."

    La Operación Gomorra consistió en una serie de 7 bombardeos sobre la ciudad de Hamburgo, de los cuales 2 fueron a cuenta de la Octava. Pero el escuadrón 918 no existió en la Octava, el auténtico 918 sirvió entre el 52 y el 63 en la Columbia Británica, Canadá. La película se basó en el 306, que tuvo fama por su mala suerte (como se comenta en la cinta) pero multiplicaron el nº por 3, 918. El 306th no participó en la operación Gomorra.

    Tampoco entiendo por qué se echan de menos la presencia de bombarderos de la RAF, la película trata sobre la experiencia de un momento concreto de un escuadrón en particular, no trata de ser un testimonio de toda la campaña de bombardeo.

    Y por último las críticas sobre el bombardeo indiscriminado de civiles siendo justas no por ello no resultan tendenciosas, ya que fueron los propios alemanes los que acuñaron el término a los bombardeos indiscriminados a ciudades, lo que dieron en llamar "guerra total", el Blitz y que iniciaron en el 40, 3 años antes del bombardeo de Hamburgo, que dilataron 8 meses, y que sólo cesaron para seguir hostigando a las ciudades del Reino Unido durante el resto de la guerra con las V-1 y las V-2

    ResponderEliminar
  9. Se estiman en 22.700 las víctimas del bombardeo de Dresde de febrero de 1945, cifra dada en 2010 por una comisión de historiadores que realizaron el estudio por encargo del Ayuntamiento de la propia ciudad alemana. ¿Por qué pones la cifra de 100.000?

    ResponderEliminar