¡BIENVENIDOS!

BIENVENIDOS. Gracias por la visita y por los eventuales comentarios, que serán contestados con la mayor prontitud posible. Las películas se irán añadiendo a la clasificación progresivamente. También se añadirán al listado alfabético.

lunes, 6 de junio de 2011

CAMINO A LA LIBERTAD (THE WAY BACK)


SINOPSIS. En un campo de prisioneros soviético situado en pleno centro de la inhóspita Siberia de 1940 un grupo de prisioneros por diversas causas, y de orígenes diversos, bajo el liderazgo de uno de ellos, Janusz (Jim Sturgess), establecen un plan de fuga a través de territorio siberiano con la idea de huir de la represión y duras condiciones que sufren en el campo. Pero su proyecto les comienza a presentar dificultades desde el primer minuto, empezando por las diferencias y desconfianza que existe entre el grupo fugitivo.


LO MEJOR DE LA PELÍCULA. Tras dos horas de visionado de esta película de Peter Weir, excesivamente largas para lo que se pretende mostrar, lo que más asiento puede hallar en la memoria del espectador en “Camino a la libertad” son los grandiosos y magníficos paisajes que los fugitivos van dejando tras de sí. La estepa siberiana, el lago Baikal o paisajes desérticos del Gobi son mostrada de una forma tan magnífica que consiguen transmitir la grandiosidad de su tamaño y, por ende, la dificultad de la empresa que acometen los protagonistas de este film.


LO PEOR DE LA PELÍCULA. Sin duda no puede pasarse por alto la escasa tensión con que los fugitivos llevan a cabo su huida. Es cierto que el temor constante ante un chivo por parte de algún nativo se deja entrever de cuando en vez, pero ello parece introducirse sólo para recordar al espectador que se trata de una huida. Pero lo cierto es que la que tendría que ser la principal fuente de inquietud de los protagonistas se esfuma a los cinco minutos de abandonar el campo: la NKVD y el cuerpo de vigilancia de los campos. No vuelven aparecer en todo el film, cuando, en realidad, seguro que serían más temidos que los propios elementos climatológicos. De ahí el quebranto de la verosimilitud del argumento.


COMPARACIÓN. Dos películas son las claras fuentes de esta película del año 2010, por su similitud comparativa. La primera de ellas es evidentemente “La gran evasión” por el argumento de fondo pero que, sin embargo, este gran clásico dedica más tiempo a la preparación de la huida que a la huida en sí, que es lo que, en suma, viene a hacer “su versión” moderna. Teniendo en cuenta el núcleo duro de la trama, esto es, la fuga de un gulag y posterior búsqueda de la libertad, la referencia más obvia es “Hasta donde los pies me lleven”. No obstante, tanto “La gran evasión” como esta última consiguen con menos medio dar un resultado más óptimo en lo que a una película de esta índole se refiere, pese a que “Camino a la libertad” ostenta un inmejorable reparto.


HISTORIA. La ambientación temática nos sitúa en una delicada y cruda realidad histórica como son los campos de concentración soviéticos o gulags (palabra proveniente del del ruso, Glavnoye Uproavleniye Ispravitelno-Trudovykh Lagery o ‘Administración Suprema de Campos Correctivos de Trabajo’). Unas ominosas instituciones cuya existencia se remonta a los primeros años de la existencia de la URSS (15 años antes de que Hitler alcanzase el poder, recuérdese para evitar equívocas asociaciones)  pero cuyo recuerdo perdurará por toda la historia gracias a los testimonios de personas que lograron sobrevivir a los más duros campos de trabajo que jamás hayan existido y que alcanzarían su apogeo durante el mandato de Stalin.


Durante años, aun después de la guerra y con nomenclaturas y circunloquios que escondían la cruda realidad, la Unión Soviética utilizó los campos de concentración para masacrar a sus enemigos exteriores y disidentes internos, o simplemente a quienes se hallasen en el lugar y momento equivocado. La facilidad para confinar a sus propios “camaradas” y someterlos a una esclavitud extrema sólo podían ponerse a la altura de las aleatorias limpiezas y masacres de políticos del propio Partido Comunista y las purgas de miles de oficiales. Particularmente temidos, si ya cualquiera de ellos no lo era poco, venían siendo aquellos que se ubicaban en plena Siberia por sus condiciones climáticas donde la el hambre, los piojos, las enfermedades y el frío convertían a la muerte en el menor de los males para sus reclusos, toda vez que las libertades eran nulas. Sin embargo, oficialmente se viene recalcando falsamente la dureza de los campos de trabajo alemanes donde, pese a tratarse de lo que eran, es constatable la existencia de salas de cinematógrafo o incluso grupos de teatro (por ejemplo, Auschwitz-Birkenau). La terna de gente recluida en estos campos, como nos muestra “Camino a la libertad” era muy amplia: polacos, rusos, americanos, etc. Alexandr Solzhenitsin, escritor ruso y prisionero de uno de estos gulags, deja en su obra literaria buena cuenta de sus experiencias. La pena para él es que su obra, pese a ser de absoluta verosimilitud, no ha alcanzado el renombre que se merece por haber sido prisionero de los rusos, sus compatriotas, y no de los alemanes que, por definición, eran los malos. Paradojas de ésta nuestra Historia oficial.


Otro grupo que tuvo el “placer” de disfrutar de este tipo de instalaciones fueron los prisioneros alemanes quienes, terminada la guerra y constantes los mal llamados Juicios de Nuremberg, perecieron en cantidades de cientos de miles en estos campos de explotación. Un buen ejemplo de ello son los 90.000 prisioneros del VI Ejército de la Wehrmacht de los que apenas dos mil sobrevivieron a los gulags, siendo sometidos a una explotación inhumana y las “caminatas de la muerte” de un campo a otro en pleno invierno ruso. Por otro lado, el propio coronel Hans von Luck, prisionero en un campo de concentración del Cáucaso, detalla como los oficiales rusos al mando de los gulags se aprovechaban, y sorprendían, del buen hacer en el trabajo de los prisioneros alemanes y su eficiencia, lo que originaba grandes controversias en su administración. No obstante lo cual, el trato de favor para con los prisioneros alemanes por estas tareas era nulo y el propio comandante alemán detalla cómo al, estar privados de todo tipo de material de escritura, los alemanes se veían obligados a aprenderse de memoria los nombres de sus compañeros para a su regreso dar cuenta de los fallecimientos, cosa harto complicada por lo extenso en el tiempo de su cautiverio y la magnitud de las cifras de muertos.

Sin embargo, pese a tratarse de una de las grandes masacres de la Segunda Guerra Mundial en ningún momento se hizo mención de ellas en ninguna de las causas abiertas en los Juicios de Nuremberg, lo que viene no sólo a desacreditar las condenas allí dictadas sino que también pone de manifiesto que lo que los vencedores pretendieron fue tapar sus propios crímenes de guerra bajo una falsa creación jurídica. Más aún cuando durante la vista de los procesos se estaban produciendo a lo largo de territorio siberiano masacres y crímenes peores que aquellos de los que se acusaba a los alemanes puesto que la guerra había terminado. “No somos criminales, huimos de los criminales”, sentencia uno de los personajes.


ELEMENTO TÉCNICO. Nulo. La constante carrera por paisajes desérticos en población así como la ausencia de una persecución cercana por parte de la policía secreta soviética no permiten hacer comentario alguno de algún tipo de armamento o despliegue técnico, más allá de algún fusil Mosin de los guardias de seguridad o algún que otro camión Zis de los típicos de la URSS de aquel entonces.


ERRORES. Lo mismo es de recibo señalar en lo que toca a los errores. Simplemente son de notar los excesivos conocimientos que por momentos parecen tener los protagonistas de la evolución de la guerra pese su reclusión.  Por otra parte, y en ese mismo sentido, las dotes orientativas del protagonista son poco creíbles; el método de orientación tan poco ortodoxo que emplea a lo largo del metraje no se compadece con el vasto territorio que supone el desierto del Gobi.


LA FRASE. “Aquí la bondad te puede matar” (Smith a Janusz). Se trata de una proverbial frase que pone de relieve la referida extrema dureza de los campos soviéticos y los miembros de la NKVD que gestionaban los gulags. A buen seguro la tónica general no era la generosidad en los campos soviéticos y, de tener existido en ellos, su duración habría de ser breve.


PARA QUIEN. Por todo lo antedicho, como aporte de información acerca del tema de los gulags, existen varias películas que muestran mucho mejor esta temática. Para el aficionado al cine bélico en general no es nada recomendable puesto que no hay contenido bélico en ningún sentido: no hay armamento, no hay batallas, no hay nada. Los  únicos incentivos que pudiera tener es el hecho de que ostenta un reparto cuando menos notable, con el gran Ed Harris por en medio, y el tratarse de una producción bastante reciente.


VALORACIÓN. En ningún momento “Camino a la libertad” llega a estar a la altura de lo que pudiera esperarse de ella. Sólo por momentos capta la atención del espectador que, por momentos sufre casi como los protagonistas el tedioso y largo camino de éstos, dadas las largas secuencias que se le dedican. Sólo el decente papel de Ed Harris como señor Smith, la belleza de algunos paisajes parecen salvar un mínimo esta película que perfectamente podría realizarse en media hora de cinta sin por ello perderse detalle alguno. En fin, una película para pasar el rato.

4 comentarios:

  1. Wittman, hace mucho tiempo me preguntaste por alguna película sobre la Werwolf, con motivo de mi entrada sobre RAF. Lo cierto es que me he topado con la Europa de Lars Von Trier en cuyo argumento los planes terroristas de ese grupo tienen un peso importante.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Buenas Piru.

    Gracias por la recomendación. Es cierto que "Europa" trata el tema que te había sugerido, pero no lo hace como tema de fondo, sino como algo meramente circunstancial. Pero agradezco tu interés y espero incorporarla pronto a mi blog.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. buena critica.

    Estoy de acuerdo en que a la pelicula le falta algo. Yo creo que es un fallo de guion.

    NO le sobran las dos horas sino que le falta ritmo y dialogo. A mi me gusto porque me gusta PETER WEIR y conozco muy bien la historia de los Gulags, pero es una pena porque con un poco mas podria haber sido una pelicula de culto.

    CUando el preso comun le hace el comentario sobre comerse al enfermo, es cierto, los presos comunes invitaban a los politicos en sus fugas, para usarlos como viveres.

    La chica aparece y desaparece casi sin mas.

    UN viaje de 10.000 KM tremendamente aburrido, ya que apenas hablaban entre ellos

    un abrazo

    mariolaw

    ResponderEliminar
  4. Buenas mariolaw.

    Suscribo todas y cada una de tus palabras. Y es que este film presenta muchos de los requisitos que aderezan a las grandes películas, pero no consigue hilvanar todos esos puntos argumentales de una manera dinámica. Me parece muy adecuada tu frase resumen "un viaje de 10.000 km tremendamente aburrido".

    Un saludo y gracias por el comentario.

    ResponderEliminar