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martes, 18 de enero de 2011

ESPIAS EN LA SOMBRA (LES FEMMES DE L'OMBRE)


SINOPSIS. En 1944, en los meses previos al desembarco del Día D y en los preparativos de tal operación un grupo de cuatro mujeres encabezadas es captada para el SOE (Ejecución de Operaciónes Especiales) por Louise de Fontaine (Sophie Marceau) para proteger el secretismo de la operación dado que un geólogo inglés entra por error en un hospital alemán. Y, por otro lado, se les encomienda acabar con el coronel Heindrich, la cabeza del contraespionaje alemán, el cual anda al acecho del mencionado comando femenino. Las diversas circunstancias vitales de las mujeres las impulsan a llevar a cabo con éxito la operación, pero no tardan en darse cuenta de lo difícil de sus objetivos.


LO MEJOR DE LA PELÍCULA. Aunque el nudo de la trama no supone un alarde de originalidad, esta circunstancia se ve en cierta medida compensada por el cuidado formal. A ello contribuyen sin lugar a duda unos escenarios interiores trabajados, con una ambientación excelente en la que el sonido ambiente no hace sino incrementar el “efectismo espacial” a base de ecos en las paredes o sonidos de ambiente adecuados con voces lejanas (así cuando se ven perseguidas en el colegio por los alemanes, a los cuales se escucha en la lejanía). Es imperativo hacer mención de los espacios exteriores los cuales no sólo tienen una bella factura, sobre todo los espacios urbanos de París, a los cuales se añade el hecho de la ambientación de los mismos al ubicar emblemas nacionalsocialistas en diversos edificios, brindándonos imágenes dignas de las mejores producciones.


LO PEOR DE LA PELÍCULA. Se trata de una trama argumental difícilmente creíble. No se trata de una afirmación gratuita en pro de la discriminación de la mujer sino que objetivamente hay hechos que el ojo del espectador medio no puede dejar pasar por alto. Y es que el hecho de que un grupo de mujeres, de las que sólo Louise de Fontaine y Gaelle tienen experiencias previas en el manejo de armas, y sin entrenamiento se adentre en la Francia ocupada y realice una misión de alto riesgo tras las líneas alemanas es prácticamente irrisorio. Más aun desde el momento en que su inexperiencia, súbitamente, se convierte en sangre fría y masacran a los curtidos soldados de la Wehrmacht, a los que vencen incluso en luchas cuerpo a cuerpo, incluso a miembos de las SS, soldados que recibían una intensa preparación en todos los sentidos.


COMPARACION. “Espías en la sombra” trae a colación un tema que no es muy novedoso, pero no por ello necesariamente frecuente, esto es, el papel de las mujeres en la Segunda Guerra Mundial. Así puede apreciarse el trabajo en este ámbito en películas como “Prisioneras de guerra” y, de modo más sesgado, “El día más largo”.


HISTORIA. La cuestión nuclear, y a que el “Espías en la sombra” rinde tributo, es el de la actividad de mujer y su relevancia en el mayor conflicto bélico de la historia. Como ya se dijo en la correspondiente entrada de “Prisioneras de guerra” el desempeño de un papel activo en el frente por la mujer en lo que respecta al bando aliado no es sino una circunstancia meramente anecdótica, puesto que las mujeres pasaron a suplantar los papeles de los soldados, antiguos obreros, en las plantas industriales angloamericanas, sobre todo en la industria armamentística. Del mismo modo su papel fue muy relevante en las tareas enferméricas en la retaguardia y en otras actividades, entre las que destacan las vitales “trazadoras”, que dirigían a los cazas ingleses, o el conocido como WASP americano (Cuerpo Auxiliar de Pilotos Femeninas), dedicado a tareas de abastecimiento aéreo, el cual, por cierto, fue objeto de burla por sus compañeros masculinos. Los alemanes, por principio, aunque no pusieron impedimentos, en ningún momento obligaron a sus camaradas femeninas a participar en la parte más activa de la contienda, lo cual no impidió que surgiesen auténticas heroínas, hoy en día recordadas como tal. Los especialistas en esta materia fueron sin duda los miembros del Ejército Rojo, quienes, ante la masacre a la que estaban sometiendo a su ejército y la consecuente falta de activos masculinos, no dudaron en obligar a las mujeres rusas al frente, muchas veces, por desgracia, en ataques suicidas y sin resultado. Luego, la propaganda bolchevique, reconvirtió algunas de ellas en tristes estandartes de su propaganda, como Marina Raskova, engrandecidas a base de méritos cuyo único propósito era dar moral a las agotadas y destrozadas tropas rusas, pero que pereció como los demás.


Por lo demás, este estilo de lucha, de guerrillas y de sabotaje, son hechos que rebelan una realidad: la forma de actuar de los aliados previa al desembarco; pero al mismo tiempo prueban otra cosa: que, como había sucedido en la Gran Guerra, derrotar a los alemanes en el frente, como es reputable de todo noble ejército, era una ardua tarea. Por ello, los bombardeos indiscriminados, los actos de sabotaje y tretas estratégicas de índole diversa se hicieron frecuentes ante el temor que infundía el recuerdo de los combates con los germanos y el más fresca aún reminiscencia de 1940; y ello a pesar de que la existencia de un frente ruso que lastraba, y mucho, a las tropas de Hitler. Lo habían logrado a un alto precio en África (ante un ejército sin prácticamente suministros), pero aquí hablamos de Europa. Y para ello se valieron de los insurrectos franceses, luego ejército de la Francia Libre, que se negaron a aceptar la derrota de su país y de la generosa paz conseguida por el Mariscal Pétain mediante toda suerte de atentados y actos de sabotaje. Francia tenía ya un ejército (la Milicia Francesa, antigua SOL o Servicio del Orden Legionario), que actuaba en todo el territorio francés actual y una organización política estable, con insignes dirigentes como François Darland o Pierre Laval, curiosamente el primero murió asesinado en 1942 y el segundo fue condenado a muerte. El ejército de la Francia Libre, por inmaculado que suene su nombre, utilizaba unas tácticas demasiado sucias. En palabras de Sófocles “Más vale caer con honor que ganar con fraude”.


APARTADO TÉCNICO. El apartado técnico de este film me atrevería a calificarlo como de un correctismo estricto y a la par elegante. El correctismo resulta obvio: Sten británicos y MP40 alemanes a ultranza y cada uno por su bando. Ello hace que el trabajo técnico, en lo armamentístico, aunque correcto, se vea totalmente superado por una película cuyas escenas de acción, ubicadas en una ambientación espacial espectacular, parecen pedir la presencia de algo más que meros disparos por doquier. Esta sensación es tal que, por momentos, recuerda a una película de vaqueros. La elegancia la ponen los diversos vehículos Citröen de época, particularmente el señorial Traction. Ocasionalmente puede verse algún que otro Kubelwagen, un clásico en toda película acerca de la contienda que se precie, o algún que otro avión de un modo fugaz.


ERRORES. No son demasiados, salvo el uso y el abuso de las armas comentadas. No obstante es de reseñar la falta de puntería o la fatalidad de las circunstancias para los alemanes puesto que en no pocas ocasiones vemos como un miembro del SOE o incluso una de las protagonistas consigue abatir con una sencilla pistola, sin saber usarla apenas y en pocos disparos, a varios soldados de la Wehrmacht o de las SS armados con subfusiles MP40, un arma capaz de disparar con una cadencia de 500 proyectiles por minuto. A ello podemos añadir lo arriba mencionado acerca de la lucha cuerpo a cuerpo. El fusil Lee Enfield adaptado con mira telescópica que maneja Louise de Fontaine en muchas de las escenas parece realmente de juguete, pues, por momentos lo maneja como si tal fuese; además, el visor que incorpora a su fusil para acabar con el Coronel de las SS, es muy posterior a la época en que se ambienta el film.


Un error, bastante frecuente en el cine, por cierto, es el de la indumentaria de los miembros de la Gestapo o incluso de las SS, siempre fácilmente identificables por su impoluta gabardina de cuero negra y el sombrero. Como agentes de una policía secreta su papel de discreción no se compadece con tal indumentaria. La explicación de éste común error es muy sencilla: no era su propósito mostrarse como agentes de la Gestapo, obviamente, sino que tales prendas eran una vestimenta de moda en la época.


FRASES. “Yo me enamoré de un alemán” Suzy Desprez. He aquí que esta personaje interpretada por Marie Gillain nos pone en bandeja un dilema en el que nadie dentro de la doctrina oficialista es capaz de asentar un mínimo punto de acuerdo. El eterno dilema de la separación de alemanes y nazis. Un tema que da para muchas líneas pero que, en suma, el director se muestra incapaz de separar el lado humano de Heindrich, aunque lo pretende, en esa tendencia general de desacreditar y deshumanizar a los soldados alemanes, tan nobles en el combate y fieles con su patria, o más, que cualquier otro soldado que se precie, sea o no de las SS. De todos modos, la tónica general es la de la sobriedad de las conversaciones sin reseñas que merezca la pena resaltar.



PARA QUIEN. Se presta mucho para quienes, por salirse de los tópicos, busquen el protagonismo de las mujeres en una película que muestra a éstas en una dinámica activa, pero a sabiendas de que ello no era sino algo excepcional. Por otro lado creo que el particular trabajo en cuanto a la ambientación externa hace que, por momentos, el visionado de “Espías en la sombra” merezca la pena. Las secuencias de acción se dejan ver, pero el fuego gratuito convierte ciertas escenas en un mare magnum de disparos por momentos excesivo. Sus adeptos dicen que Sophie Marceau muestra una de sus mejores versiones a la par que su belleza.


 VALORACIÓN. La única conclusión que se puede sacar en limpio y que puede servir como compendio de todo lo visto a lo largo de su metraje, es que se abusa de un espíritu francés antialemán a modo de revancha o ensañamiento cuya impronta se recarga tanto que se hace demasiado notoria. Quizás, Jean Paul Salomé, el director, se excedió en su inspiración confesa de “Salvar al soldado Ryan”. Un poco más de destreza en la elaboración del guión, un punto más de neutralidad en el desarrollo, menos tópicos cinematográficos y una trama más creíble harían de ésta una muy buena película digna de los mayores elogios. Pero cuando se pretenden mostrar otras cuestiones y hacer buen cine al mismo tiempo a veces se puede terminar sin hacer ni lo uno ni lo otro, lo cual es de por sí, un tópico del cine.

7 comentarios:

  1. Dejando de lado los típicos errores históricos y de la historia, tiene buena pinta para romper la monotonía de las películas bélicas, en concreto las situadas en la IIGM. Cuando consiga verla te la comentaré más detenidamente, gracias por tu aportación Wittman.

    Un saludo

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  2. Buenas Piru y gracias por el comentario.

    La película tiene tan buena pinta como que su director se inspiró en "Salvar al soldado Ryan", a la que aderezó un poco de espíritu francés anti germano y cambió al capitán Miller y sus hombres por unas mujeres resignadas ante sus circunstancias vitales. Es justo en eso donde rompe la monotonía, pero en nada más.

    Un saludo.

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  3. Es una interesante película bélica que te entretiene durante un rato, pero tan y como dice la crítica adolece de algunos errores que la hacen poco creíble y eso por desgracia pesa mucho.
    Aún así vale la pena porque destrás de esconde un buena cinta francesa con buenas intrepretaciones.

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  4. Buenas welzen.

    Más allá de las buenas interpretaciones, habría que señalar lo bien trabajada que está en general la película en los aspectos formales. El problema, en esencia, es que si la historia de fondo no es creíble, poco o nada pueden hacer los demás elementos.

    Un saludo.

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  5. A mí me encantó. Sophie M. está impresionantemente creíble.
    Gracias por este blog, es justo lo que estaba buscando!

    Saludos!

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  6. Buenas anónimo.

    El fondo de la película así como la mayoría de escenarios exteriores están bañados de una verosimilitud aceptable. Pero hay demasiados detalles en los que la película en sí "patina". Totalmente de acuerdo en lo que toca a Sophie Marceau: de lo mejor de la película.

    Gracias por el comentario. Un saludo.

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